
El sistema educativo español se halla en constante reforma desde hace 25 años (LOECE primero, luego LODE, LOGSE, LOPEG, LOCE -ahora- y la próxima LOE). Aparecen ideas innovadoras que aportan pobres resultados. Cambian los gobiernos y aparecen nuevos criterios educativos que auguran una nueva época. Sin embargo, aun con todos estos cambios legislativos no se han alcanzado tres cuestiones básicas para cualquier sistema educativo: claridad acerca de cuáles han de ser los objetivos del sistema educativo, estabilidad de los modelos y programas docentes y financiación adecuada.
Hace ya tiempo que asistimos a la última edición de esta reforma constante de la educación. El Ministerio de Educación ha presentado recientemente el anteproyecto de Ley Orgánica de Educación. El amplio texto de debate "Una educación de calidad para todos y entre todos" se puede consultar en la web del Ministerio. Se han sucedido jornadas y debates de todo tipo sobre el tema. Los sindicatos, las asociaciones profesionales y las asociaciones de madres y padres han hecho sus aportaciones. El sector más reaccionario de la Iglesia católica lucha por no perder ganancia en el diseño curricular de la escuela y especialmente defiende la enseñanza de la religión como asignatura de plenos derechos, así como pretende también imponer una asignatura alternativa con especificaciones acerca de su contenido. En fin, que no ha faltado nadie ni nada a la cita.
“Los centros escolares han de ser responsables y disponer de autonomía suficiente para cumplir los objetivos marcados: La normativa vigente (LOCE y el complejo desarrollo en disposiciones de aplicación) encorseta excesivamente la actividad de los centros escolares. La opción por una legislación detallista tiene la ventaja de unificar criterios que van desde los contenidos hasta la gestión del centro. Sin embargo presentan el gran inconveniente de colocar una camisa de fuerza sobre los propios centros, su profesorado y su alumnado. Dadas las realidades plurales conviene establecer una legislación que marque las grandes líneas y directrices del sistema educativo.”